A los 91 años muere el alocado, frenético y legendario comediante Jerry Lewis
«Comedia, humor, llámalo como prefieras, es a menudo la diferencia entre la cordura y la locura, la supervivencia y el desastre, incluso la muerte», afirmaba Jerry Lewis y agregaba «es la válvula de seguridad emocional del ser humano. Si no fuera por el humor, el hombre no sobreviviría emocionalmente».
El mundo de la comedia perdió a Jerry Lewis, una de sus grandes leyendas. El protagonista de películas como El Cenicieto ( Cinderfella / Frank Tashlin / EUA 1960 ), El profesor chiflado ( The Nutty Professor / Jerry Lewis / EUA 1963 ) y El rey de la comedia (The King of Comedy / Martin Scorsese / EUA 1982 ) falleció por causas naturales, siempre tuvo una salud endeble, en su casa de Las Vegas, Nevada, a los 91 años.
Todo en su persona era humor. Conocido por su creatividad frenética y por sus obras benéficas, no quedó ajeno a la controversia por sus chistes homófobos, machistas y racistas.
Nacido el 16 de marzo de 1926 en Nueva Jersey con el nombre de Joseph Levitch, en el seno de una familia de comediantes rusos de origen judío, Lewis comenzó a actuar en el mundo del espectáculo a la temprana edad de cinco años.
Siempre será recordado por la poderosa pareja que formó con Dean Martin en los década de los cincuenta. Era una de las parejas más desagradables: un guapo y un mono flaco, un italiano de Steubenville, Ohio, y un judío de Newark, Nueva Jersey.
Entre sus trabajos más célebres se encuentran también En guerra con el ejército ( At War with the Army / Hal Walker / EUA 1950 ), Loco por Anita ( Hollywood or bust / Frank Tashlin / EUA 1956 ), El terror de las chicas ( The Ladies Man / Jerry Lewis / EUA 1961 ) o Las joyas de la familia ( The Family Jewels / Jerry Lewis / EUA 1965 ).
Su personaje fílmico cambiaba muy poco entre una película y otra: era alocado y frenético, siempre estaba gritando, haciendo muecas y sacudiéndose en situaciones más allá de su control.
Lewis, que saltó a la fama como el torpe compañero de Dean Martin, resumió una vez su carrera diciendo: «He tenido un gran éxito siendo un completo idiota» y sostuvo que la clave era mantener una cierta cualidad de niño.
«Veo el mundo a través de los ojos de un niño porque tengo 9 años», declaró en una entrevista en 2002. «Me quedé así. Hice una carrera de eso. Es un lugar maravilloso para estar», agregó.
Hijo de artistas de vodevil, Lewis se convirtió en una estrella a comienzos de la década de 1950 como el bufonesco compañero de Dean Martin en clubes nocturnos, televisión y en 16 películas. En la cúspide de su carrera, provocaban un especial tipo de histeria entre el público.
Lewis, que hacía siempre de bufón, y Martin, el galán, eran los grandes maestros de la comedia maníaca y absurda. Tenían una capacidad sin igual para transformar en un chiste situaciones realmente delicadas. Esa capacidad les convirtió en una fuerza mayor en Hollywood entre 1949 y 1956. La presencia de ambos fue constante en el cine, la televisión, el teatro y los salones de fiestas.
Tras una década, la fama y el ego acabaron separando a la pareja. La sociedad de 10 años con Martin terminó con una amarga separación. Frank Sinatra, amigo de ambos, logró que volvieran a recuperar la amistad muchos años después, volvieron a reunirse en 1987 y fueron amigos hasta la muerte de Martin en 1995. Lewis siguió protagonizando sus propias comedias.
«La noche rápidamente asumió la magnitud de un gran evento. Después de todo, durante la década anterior, Martin & Lewis habían deleitado a Estados Unidos y al mundo. Habíamos sido amados, idolatrados, deseados. Y entonces cerramos el telón de la fiesta», recordó Jerry Lewis en su libro, Dean and me ( A Love Story ), Dean y yo ( Una historia de amor ) escrito en 2005 junto a James Kaplan.
Lewis protagonizó una serie de comedias donde acuñó un humor muy peculiar y revitalizó con ingenio la antigua tradición del slapstick y el absurdo, como en El profesor chiflado (1963), considerada por la crítica francesa como su mejor película. Sin embargo, a mediados de los sesenta su estrella comenzó a decaer, ya que el público parecía cansarse de sus repetidos gags y sus filmes ya no triunfaban en taquilla.
En 2013, Jerry Lewis rodó su último filme como protagonista Max Rose ( Daniel Noah / EUA 2013) y hasta el año pasado seguía actuando en Las Vegas, donde había debutado en 1949. En Max Rose, su última película, Lewis tenía 87 años, interpretó a un pianista de jazz que cuestiona su matrimonio tras saber que su esposa de 65 años podría haberle sido infiel.
Lewis fue un innovador. Desarrolló nuevas técnicas ante la cámara, donde perfeccionó el papel de bufón en comedias muy visuales, y también como director. Incluso se ganó el reconocimiento como escritor. Para la Paramount fue una máquina de hacer dinero. En más de 50 años, sus películas recaudaron unos 800 millones de dólares, una cifra espectacular si se piensa en los precios del cine en la época.
En el documental televisivo de elocuente título Method to the Madness of Jerry Lewis ( Método para la locura de Jerry Lewis / Gregg Barson / EUA 2011 ), que repasaba la trayectoria del comediante, Lewis subrayó la relevancia en su humor del ritmo, del tempo, un ingrediente crucial y eléctrico para sus disparatadas películas.
Su nombre figura en más de 60 películas, incluyendo su labor como productor. Ocasionalmente también dirigió series de televisión. Sus detractores le reprochaban haber sido demasiado repetitivo con su humor. Como otros artistas caracterizados por una personalidad compleja, era más querido fuera de Estados Unidos, donde se le comparaba con Charles Chaplin y Buster Keaton.
A principios de junio tuvo que ser ingresado varios días en un centro hospitalario en Las Vegas por una infección urinaria. En 1983, había sido operado a corazón abierto y de cáncer de próstata en 1992. Sufrió un infarto en 2006.
La reputación del artista, que no se detenía al expresar su opinión política, muy conservadora, se vio dañada hace diez años a raíz de una serie de chistes machistas y homófobos durante un maratón televisivo, en el que por cierto recaudó 63,7 millones de dólares para la Asociación de Distrofia Muscular en Estados Unidos. El actor se vio obligado a disculparse.
Lewis logró amasar con su controvertido Teletón, un clásico en la televisión, que se celebra el Día del Trabajo, el Labor Day, más de 2.450 millones de dólares hasta 2011, año en el que abandonó su dirección. El mismo se definía como una persona impaciente y su comedia era muy física.
Siempre un paso por delante, Lewis dio en el Festival de Cannes de 2013 una rueda de prensa más parecida a un espectáculo de humor que a un encuentro ante los reporteros. “Dean Martin. Está muerto, ¿lo sabe?», afirmó muy serio el actor ante la pregunta de un periodista por la relación entre ellos. Y ante las carcajadas de los asistentes añadió: «Cuando llegué aquí y vi que no estaba supe que algo iba mal».
Pese a su avanzada edad y a los problemas de salud que acarreaba desde hacía tiempo, infartos cardíacos, cáncer de próstata, diabetes, inflamaciones pulmonares y un dolor de espalda crónico, el veterano intérprete aún se encontraba en activo y tenía pensado trasladarse a Canadá en breve para participar en el rodaje de una película. Precisamente, el año pasado intervino en la película Policias corruptos ( The Trust / Alex Brewer, Benjamin Brewer / EUA 2016 ), en la que encarnaba al padre del protagonista, Nicolas Cage.
Lewis ganó varios premios, como el The American Comedy Awards por los logros alcanzados durante toda su carrera, también el premio de la Asociación de Críticos de Cine de Los Ángeles y el León de Oro de la Mostra de Cine de Venecia. Lewis obtuvo dos estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood. Además le fue otorgada la Legión de Honor en Francia en 1984. En 2005, recibió el Premio de los Gobernadores de la Academia de Artes y Ciencias de la Televisión, que es el Premio Emmy de más alta categoría. El 22 de febrero de 2009, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood le otorgó el Premio Humanitario Jean Hersholt, por su labor humanitaria.
En el plano sentimental, Lewis se casó en dos ocasiones: con Patti Palmer (1944-1980), con la que tuvo cinco hijos y otro adoptado y en 1983 contrajo matrimonio con SanDee Pitnick, con la que adoptó una niña.
Jerry Lewis tuvo una intensa vida personal. Además de los dos matrimonios y los siete hijos tuvo alguna que otra amante. Aunque sin duda alguna fue su affaire con Marilyn Monroe el que más titulares se llevó. El humorista confesó en 2011 que había mantenido una larga y apasionada relación amorosa con uno de los íconos más importantes de Estados Unidos mientras él aún seguía casado con su primera esposa, Patti Palmer, de quien se divorció en 1980. La revelación ocurrió después de que le preguntaran por la relación entre la actriz y el que fuera presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy, de quien Lewis era muy cercano. El cómico no solo aseguró que jamás ocurrió un romance entre las dos personalidades, sino que fue él quien sí tuvo un encuentro con Monroe. “Te diré lo que sé (…) ellos nunca tuvieron nada. Y la razón por la que lo sé, es porque yo sí la tuve. ¿Vale?”, dijo para sorpresa de todos. Lewis incluso llegó a decir que la actriz usaba el sexo de la misma manera que él usaba el humor: “para crear una conexión emocional”. “Ella necesitaba tener contacto para asegurarse de que era real”, añadió. De su intimidad con la famosa modelo y actriz el humorista dijo entre bromas que había quedado prácticamente “lisiado por un mes”.