La muerte llegó puntual e intempestiva para cinco personajes del Séptimo Arte

La muerte llegó puntual e intempestiva para cinco personajes del Séptimo Arte

¿Que dicen? Hablan de su vida

No les basta haber vivido

Necesitan hablar de ella

No les basta con estar muertas

No es suficiente

Fragmento de la obra de teatro Esperando a Godot

Samuel Becket

 

 Homocinefilus.com no pretende ser la esquela de una Agencia Funeraria que se precia de informar puntualmente a sus seguidores de la muerte de cada uno de los integrantes del mundo del cine, pero no deja de sorprendernos que en seis días, del 3 al 9 de julio, tres importantes directores de cine, un actor y un periodista, perdieron la vida.

Mas abajo de esta nota, los enlaces de las CINCO notas con la información sobre la muerte de las personalidades del 7mo. Arte.

Los acontecimientos fúnebres nos obligaron a reseñar periodísticamente la muerte de estas cinco personalidades con actividades trascendentales. En realidad no se fueron. Sus obras cinematográficas se quedan perennes como prueba irrefutable de su paso por este mundo y de sus esfuerzos por sobresalir y dejar huella en el Arte Cinematográfico. Consideramos que su desaparición física no implica que olvidemos su legado. La muerte verdadera es el olvido.

Dimos puntual cuenta de estos fallecimientos, que con mucho rebasaron la fatídica regla de tres que indica que una vez que muere un personaje consecutivamente se van otros 2. En este caso fueron dos más.

La sorpresa y la consternación nos obligan a hacer este recuento de los que abandonaron esta dimensión.

No tenemos la intención de ser los agentes macabros, o Ángeles de la Muerte que se solazan con las pérdidas, sino llamar la atención sobre la brutalidad con que la Parca dejó caer su implacable guadaña sobre el Mundo del Cine.

Así la tragedia, los invitamos a revisar estos reportajes donde les informamos sobre el deceso de estas cinco personalidades:

Muere Michael Cimino director de la exitosa El Francotirador y de la fracasada La puerta del Cielo

Muere Abbas Kiarostami genial realizador iraní que exigió hacer cine por omisión, no por acumulación

Casi en el olvido fallece Mauricio Walerstein, cineasta, guionista, productor e impulsor de la “Epoca de Oro” del Cine venezolano

Murió el actor Max Kerlow. Participó en más de 100 películas con una impecable calidad histriónica

Muere Sydney H. Schanberg el periodista que narró el horror de Camboya e inspiró Los gritos del silencio

Muere Sydney H. Schanberg el periodista que narró el horror de Camboya e inspiró Los gritos del silencio

Muere Sydney H. Schanberg el periodista que narró el horror de Camboya e inspiró Los gritos del silencio

El corresponsal de The New York Times falleció a los 82 años tras un ataque al corazón

El periodista estadounidense Sydney Schanberg, cuyos relatos inspiraron la película ganadora de un Óscar, Los gritos del silencio ( The Killing Fields / Roland Joffé / 1984) murió a los 82 años en Poughkeepsie, Nueva York, después de sufrir un ataque al corazón. Así lo informó el periódico The New York Times. Schanberg trabajó para el Times y ganó un premio Pulitzer en 1976 por su relato sobre la victoria del Khmer rouge en la guerra de Camboya.

Schanberg representaba la estampa del corresponsal extranjero ideal: aventurero, desconfiado de las autoridades, con el instinto periodístico que le llevaba a estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Un apasionado de su trabajo que consideraba que dar voz a los que no podían alzarse era fundamental en su oficio.

Schanberg representaba la estampa del corresponsal extranjero ideal:

Los gritos del silencio, con la que Rolad Joffé triunfó en 1984 ganando tres Óscares, se inspiró en la historia de supervivencia de Dith Pran, camboyano que le sirvió de ayuda e intérprete a Schanberg. En principio fue un artículo de revista y más tarde, un libro titulado La Muerte y la vida de Dith Pran y nueve años después se convirtió en película. Pran, que logró escapar de Tailandia y murió en 2008 a los 65 años, acuñó el término, «los campos de la muerte».

El Khmer Rouge fue el partido en el poder en Camboya entre 1975-1979, periodo durante el que fue responsable de una de las peores matanzas del siglo XX. El genocidio cobró la vida de más de un millón de personas. Algunas estimaciones elevan esta cifra a los 2,5 millones.

En 1975, tras caer el gobierno camboyano, Estados Unidos se retiró del país, pero tanto Schanberg, interpretado en la película por Sam Waterston,  como su ayudante decidieron quedarse. Vivieron refugiados en la embajada francesa, pero cuando quisieron abandonar Camboya, el ejército revolucionario prohibió salir del país a Pran, que quedó recluido un campo de concentración. Allí sufrió palizas y sobrevivió comiendo ratas e incluso carne de cadáveres.

Haing S. Ngor, el médico camboyano que encarnó su personaje, conquistó un Oscar como mejor actor secundario. Dith Pran, de 65 años, murió el domingo 30 de marzo del 2008 en New Brunswick, Nueva Jersey, víctima de un cáncer de páncreas. En su Camboya natal, Pran había trabajado de traductor para los militares estadounidenses y en un hotel, hasta que conoció a Sydney H. Schanberg, corresponsal de The New York Times. Formaron un buen equipo: el estadounidense le invitó a convertirse en su fotógrafo y Pran le evitó peligros mortales.

Formaron un buen equipo: el estadounidense le invitó a convertirse en su fotógrafo y Pran le evitó peligros mortales

Schanberg, al que el Times recordó como un periodista intenso, inquieto, tenaz y arriesgado, graduado de Harvard, comenzó a trabajar con el periódico en 1969 y fue designado a cargo de su oficina en Nueva Delhi, donde cubrió el conflicto de trece días con Pakistán en 1971.

Los gritos del silencio es una película que nos habla de los desastres de la guerra, con especial énfasis en la vertiente humana y personal, resaltando algunas facetas como la soledad, la impotencia, y sobre todo la amistad. Denuncia los horrores de este conflicto, como una llamada de atención y toma de conciencia, que dan testimonio del drama del ser humano forzado a recorrer el filo entre la vida y la muerte. Lo realmente impresionante de esta película es lo aséptico de los acontecimientos, no necesita recurrir a concesivos recursos melodramáticos, ni recrearse mórbidamente ante los estertores del que agoniza, no precisa de sobreactuaciones desenfrenadas, los hechos en sí son mucho más terribles que todo eso.

Schanberg un periodista intenso, inquieto, tenaz y arriesgado